Para los ausentes

Aprovechando que tenemos blog hago aquí una reseña de la noche de ayer para compartirla con los ausentes:

Quedamos a las 21:00 en Puerta Cinegia y obviamente la gente no fue puntual, pero... ¿tuve que esperar solo? No. Estrada llegó antes de la hora y compartió el dulce frío callejero conmigo. Llamada de Lucía: "Estoy en el Coso. Ahora llego". Mensaje de Nacho: "Llegamos en 4 minutos de reloj". ¿Quién llegará primero? Ganan Nacho y Ángela. Nacho viene con su eterno mochilo cargado entre otras cosas de sus míticos víveres que serían fundamentales más entrada la noche. Luego llega Lucía y vamos hacia Las Tablas.

Al llegar, para hacer un poco de tiempo nos pedimos unas cervezas. Vera y Jesús no tardan en llegar por lo que pedimos ya la cena: 2 tablas mixtas, una ración de "lirios" y otra de puntillas con padrón. Vamos dando cuenta de todo. Al final tomo el pulso a las necesidades de los estómagos de la gente. La mayoría de la gente responde con tímidos "yo estoy bien" pero Jesús en un alarde de sinceridad dice "yo pediría algo más" y Lucía le apoya. Nos comemos una doble de bravas (sí, aquellos que "no tenían hambre" también). Justo antes de salir del bar se nos une Melvin, amigo de Nacho.

Un 90% de la gente quiere ir a la Taberna Urbana, pero como me da por culo impongo mi dictadura fascista y me inclino por la propuesta de Vera: Potoka. Estamos un ratico y nos tomamos unas sidras. Ahí me hacen entrega de mis regalos, para lo que me hacen elegir entre sentirme como un marinero follador o un alumno adolescente violento... Yo personalmente no le veo el punto a lo de ser un malote juvenil, así que me decanto por el marinero follador. Me dan un regalo. Si hubiese elegido la otra opción me hubiesen dado el otro... pero en todo caso también me lo dan después. Hay unas pelis que han sacado de las recomendaciones de mi blog (esto resulta ser un arma de doble filo, ya que de 4 que hay, tengo 3, pero como apunta Nacho: "tratándose de Antolín 1/4 está bastante bien"). Salimos del Potoka y esta vez sí que vamos hacia la Urbana.

Debido al mierdismo del lugar estamos ahí un rato de pie, en medio. Nadie bebe. No se puede bailar (la música es una mierda). Vuelvo a imponer mi dictadura fascista (qué fascista fui ayer, jijiji...) y movemos. Vamos a la Época Dorada como había sugerido anteriormente Ángela.

Ahí bailamos "ritmos de actualidad" (actualidad de su momento, se entiende), consumimos cubatas, chupitos. Antes de llegar ahí, por el camino, Estrada se pira a su casa. Con el tiempo aparecen por ahí Bosco, Ricardo y Celia con Carlos Faro. No sé muy bien si esto sucede antes de la partida de Vera y Jesús. Con su llegada estamos a petar, por lo que propongo marcharnos enseguida.

Vamos al Rincón del Crápula. A la entrada está Cris, la hermana de Nata. Vamos al fondo. Hace un calor de cojones, pero hay algo de hueco (quizá por eso). El calimotxo corre por litros... igual que el sudor (¡¡¡y el olor a sudor!!!). La música aquí es la mejor de la noche. Bailamos y bebemos. Bebemos y bailamos. Natalia ha terminado de trabajar y ha venido. Seguimos bebiendo. Seguimos bailando. Con el aire a temperatura del infierno y cargado de sudor necesito salir a respirar.

Lo hago. Lo necesitaba. Me quedo unos buenos minutos para ver si mis pulmones vuelven a funcionar con normalidad. Al regresar, cerca de la entrada está Natalia con su hermana y su novio. Me quedo un momento a conversar y en esto la gente empieza a salir. Parece que se retiran ya todos. Nos despedimos y yo me quedo un poco más con Nata y su hermana. Poco después me llevan a casa en coche. Fin.

Muchas gracias por asistir y por los regalos. Creo que fue una buena noche. Sé que a muchos no os iba demasiado bien venir, así que agradezco vuestro esfuerzo. Y a los demás... ¡celebramos mis 25 cuando nos veamos!