martes, 3 de enero de 2017

III Muestra Internacional de Arte Paint: Antolín ahora, por Vera



Tratando de recuperar la esencia del cutre-arte que ofrece el Paint, y con el ánimo de bajar el nivelazo de la muestra, aquí va mi contribución.  Yo veo ahora a Fanto convertido en el Rey de Eslovaquia (que se ha convertido a la Monarquía Absolutista), con un montón de descendencia.  El Príncipe primogénito sigue los pasos de papá, y ya porta su corona, la niña ha salido a papá, y tiene cabellos rubios y labios rosados.  El tercero ha salido un poco oscurete, pero lo queremos igual... El cuarto está en camino, y ahora mismo es sólo un huevo.

La familia se seguirá agrandando, fruto de la eficaz actividad procreadora del Jefe Absoluto, el Gran Dictador, el líder y nuevo Führer, el Rey,...

Fanto, independientemente de cómo te lo estés montando, espero que seas el rey allí donde estés!

3 comentarios:

Saru dijo...

Bravo, bravo y bravo! Me lo he imaginado mientras lo leía... y la has clavado! Tal vez plasticamente no sea la obra más trabajada.... pero conceptualmente pocas están en este nivelazo!!! Tremenda desde mi punto de vista!!!

Ric dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ric dijo...

Es una pena que Joan Miró no pueda conocer a esta fantástica artista y reconocer en ella a una auténtica y excelente discípula.

Cuatro trazos que despliegan creatividad y dibujan una línea narrativa clara, profética, muy hábil cronológicamente. La autora desmonta la pedantería y la complejidad pictórica de otros artistas vaciando el cuadro de contenido, donde el contraste del rotulador del paint con el fondo blanco impacta en el espectador.

Resulta sorprendente, por otro lado, cómo la autora conecta su mundo y proyecta en él las puyas antolinescas: la referencia a su amiga "la rupia", al origen oscuro de su compañero sentimental o al único huevo del perro de su compañero sentimental ocupan el mensaje conceptual de la obra. Sin embargo, siembra la incógnita con el elemento del "primogénito", que bien podría hacer referencia a su referente maternidad y al que ahora se ha convertido en su "nuevo rey de la casa"... la explicación introductoria de su obra pretende, en primer momento, jugar con la psicología del espectador, dando a entender que se trata de una obra intrascendente y de fácil lectura.

Seguro que los críticos alaban la elipsis sobre la descendencia del personaje principal: la paradoja de creerse el rey de la felicidad, el autoconvencimiento de que da igual de quién vengan los hijos, ya que el amor incondicional todo lo puede.

Probablemente esta obra se convierta en una de las claras favoritas y justa ganadora del premio.